VII DIOPTRÍAS ‘2003-05
De entre todos sus acercamientos a la ciudad, 7 dioptrías es quizá el más rotundo por su literalidad y cercanía a la visión de Nirvana Paz. El título de la serie refiere justamente a la condición miope de la fotógrafa. Si usara anteojos, cosa que nunca ha querido hacer, Paz requeriría de 7 dioptrías para enfocar correctamente. En estas imágenes, la artista renunció al autofoco de la cámara que usualmente usa en otros trabajos para presentarnos su mirada personal del mundo, haciendo de esta anomalía física al mismo tiempo un síntoma y una posibilidad. Paz invita a pensar en la fugacidad y rapidez con que habitamos la ciudad, a la par que habilita otras formas de ver y entender los espacios y tiempos cotidianos más allá de la nitidez y la certeza que aparentemente nos da mirar.
Luis Vargas Santiago/Andrea Villers
Europa, Venezuela, Ciudad de México
Plata gelatina, impresión digital
BERNARD PLOSSU
Francia 2013
Ver “borroso”, no para crear un efecto estilístico (“les effets, ça fait bien, ça fait de l’effet”, decía Gauguin), sino porque la mirada de un miope tiene una clase de bruma, de claridad más o menos fuerte, que hace que la definición del mundo real no sea nítida. Piquée, como se dice en lenguaje fotográfico de una imagen muy definida.
Así pues, recuperamos la sacrosanta nitidez de este mundo en el cual vivimos, pero Nirvana Paz ha reflexionado sobre ello y en vez de pretender solucionar este problema de la claridad, que parece ser una constante probablemente superada de la fotografía, prefiere asumir su visión, aunque es “borrosa naturalmente”: esto da como resultado imágenes hechas con una libertad que pasma, y que no pretenden corregir su visión del mundo, sino vivirlo tal como es, y el resultado es muy fuerte. Sus fotografías, incluso borrosas, están lle- nas de poesía, de misterio, de sensualidad, de volúmenes, de color, y están aun mejor de lo que probablemente estarían las imágenes nítidas. ¿Por qué es la claridad lo que pretende imponérsenos como si fuera el orden del mundo? Finalmente el mundo existe también sin anteojos.
Se disfrutan estas fotografías borrosas. Nos liberan de todas estas contrariedades del buen gusto del orden establecido y nos permiten escapar, ir a un mundo poético, onírico de forma natural, donde la definición precisa no reina; por el contrario, el misterio de lo no preciso se añade en realidad a la belleza de lo que se fotografía. Cier- tamente, los fotógrafos ya jugaron demasiado al respecto, hasta el punto en que sus fotografías perdieron expresión y éste no es el caso de Nirvana Paz, quien nos muestra la poesía de su propio mundo.
NIRVANA PAZ
CDMX 2005
COMO VEO DOY
Sólo se ve con el corazón,
Lo esencial es invisible para los ojos.
Antoine de Saint-Exúpery. El Principito
Todo percibir es también pensar,
todo razonamiento es también intuición,
toda observación es también invención.
Rudolph Arheim. Arte y percepción visual
(…) La ciencia y la historia del arte han dejado claro que la subjetividad en la relación observador/realidad es el eje principal. Como hemos visto antes, ni la percepción del que observa, ni por tanto la cámara (en el caso de la fotografía), son neutrales. Hoy en día, habría que preguntarnos si nos interesa que lo sea. Al final queda claro que las características técnicas de la cámara son inherentes a su estructura, y por lo tanto sus resultados son previsibles, como se espera que sea una máquina, pero no el ser humano. Así, las imágenes de una cámara no son una percepción natural, sino las manifestaciones axiomáticas de una propuesta de realidad.
La objetividad también la relacionamos con la nitidez, que en este caso, se encuentra en la calidad de los lentes de la cámara fotográfica, a los que paradójicamente llamamos “objetivos”. Por eso es tan común que la búsqueda de la perfección y el poseer el mejor equipo fotográfico sea parte intrínseca de la actividad fotográfica. ¿Cuántas veces no hemos estado en medio de una reunión de fotógrafos, donde parece hablarse en un idioma cifrado de números y medidas de cámaras y lentes, películas y todas las novedades que la tecnología ofrece? Simple técnica para lograr ese acercamiento a la realidad objetiva, logrando la aprehensión de la imagen con precisión y nitidez, siendo las cualidades técnicas las que marcarán los parámetros primeros para la calidad de las imágenes, y en segundo lugar la subjetividad, lo manual, lo humano. Dice Laura González:
De este modo quedan establecidas, por una parte, una serie de valores superiores relacionados con lo apolíneo –lo luminoso, lo preciso, lo objetivo y lo mecánico- y, por otra, otros inferiores relacionados con lo dionisiaco –lo oscuro, lo borroso, lo subjetivo y lo manual.
Frente a esta posición, para la realización de este proyecto he apostado por lo que antes fue considerado oscuro. Como la historia del arte lo ha demostrado, también es fuente creadora, y como tal un detonador de cuestionamientos tanto personales como socioculturales. ¿Cómo podemos afirmar que es en verdad la realidad? ¿Cómo se ve y se aprehende la realidad? La ciencia no tiene respuestas claras al respecto; por el contrario, ha buscado profundizar en las investigaciones referentes a las respuestas individuales que se obtienen con el encuentro de la realidad, el entendimiento y por lo tanto la influencia que tendrá, en este caso, en el creador. Como he dicho, una disfunción física, la miopía, es el hilo conductor de la percepción que del mundo desarrollo; entendemos que las imágenes resultarán desenfocadas, ¿pero qué tanto define esta percepción la relación con la realidad? Inicialmente y en una lectura superficial, es el cuestionamiento a lo que se entiende como Imagen objetiva, pero los cuestionamientos abarcan más allá de mi profesión como fotógrafa. ¿Acaso esta disfunción puede plantearse como una ventaja? ¿Una avanzada miopía ofrece algo que con una sana visión se nos niega?
la confección de imágenes nos sirve para que el mundo cobre sentido, ya que el cerebro necesita algo más que información, necesita que en todo ello exista una coherencia y por eso se vale de las imágenes.
¿Pero qué pasa si los parámetros que dictarán esas imágenes, son bajo una patina miope?
¿Pero que es, sino la mirada del miope, la visión abstracta de la realidad?
Hace 18 años que me sé miope, y desde hace 15 años tomé la decisión de no usar los lentes. Al principio había la sospecha de una vanidad, que no fue suplida por los lentes de contacto, pero después, a base de preguntas descubrí que era el gusto de percibir el mundo de esta manera, la que la miopía ofrece. Titulé este capitulo El defecto que se vuelve una visión para exaltar las cualidades que he descubierto en esta disfunción, que me caracterizan como alguien que produce imágenes, y por lo tanto busca representar la realidad. La realidad que percibo es suave y difuminada, es más presentida que observada, se encuentra muy lejos de los cánones de los que hemos hablado, los parámetros que de manera generalizada se dan para la fotografía.
Pero no sólo para dentro del área fotográfica, socialmente nada está hecho para verse de esta manera, no es considerada ni siquiera como una enfermedad, como la ceguera o la sordera: el miope es uno más, pero con anteojos.
Es por eso que la decisión de no usar lentes cobija, además del placer de percibir el mundo de esta manera, el ensimismamiento, la abstracción y la automarginación. Se crea por lo tanto una esfera aislante, con unos códigos que sólo aquellos que compartan este problema visual, podrán interpretar, o por lo menos acercarse más que los que ven bien.
Queda claro que la percepción no puede limitarse a lo que los ojos perciben del mundo exterior, existe un proceso mental particular que se generará posteriormente, pero la miopía te lleva a vivir y convivir con una comparación cotidiana de realidades. Basta poner y quitar de frente a los ojos los anteojos, para jugar con estas dos realidades. Es más, aún teniendo los anteojos puestos, uno puede jugar a ver enmarcada la realidad objetiva y apenas alzar la mirada para ver fuera de ese marco, y obtener el mundo abstracto de la percepción miope. Por lo tanto la percepción debe incluir en su más amplio sentido la imaginería mental y su relación con la observación sensorial directa, aún cuando esta sea filtrada o no por la miopía.
Sostengo que dicha imaginería, sin embargo, estará altamente determinada por esa realidad poco nítida, por la magia de, al no ver los límites claros de los objetos, percibir el aire que existe entre ellos, como un aura de color y de texturas difuminadas. Lo que yo denomino imaginería miópica.
La forma en que se educa a la mente para poder sobrevivir sin los anteojos es muy interesante, pues es bien sabido que vemos lo que vemos debido al aspecto que esperamos que tenga. Existen estudios realizados con personas que, al nacer ciegas, toman como referentes de percepción los otros sentidos, pero al ser operados para lograr ver, no logran diferenciar una imagen bidimensional a una tridimensional. Así pues, el proceso de la percepción también está fuertemente relacionado con la memoria, dándole a los objetos características distintivas con las cuales los ubicaremos como tal o cual objeto, el mismo proceso se genera bajo la visión borrosa (visión miopica) de la realidad.
Siendo la memoria generadora de un modelo perceptual también, “la memoria sirve para identificar, interpretar y contribuir a la percepción”. En el conocimiento/memoria no existe rompimiento entre lo que se sabe y lo que se ve, extendiéndose la percepción más allá de lo que aparece sobre la retina. Como hemos visto, desde sus inicios la teoría de la gestalt estableció que la percepción de la realidad no es la suma de sus partes aisladas, demostrando que el aspecto de cualquier elemento depende de su lugar y función dentro de un esquema global (lo que sucede cuando busco reconocer a un amigo). Porque la mente funciona siempre como un todo
En esta materia, y bajo estos parámetros, se percibe el mundo bajo una estética específica; la explotación de dicha estética, su valorización y por lo tanto su apreciación, es el ejercicio con el cual he buscado desarrollar todos los aspectos de mi vida, mismo que culmina en este proyecto fotográfico, pues creo que esta visión de la realidad ofrece una estética, que en los inicios de la fotografía se desarrolló por los pictorialistas, pero con la diferencia de que no se trata de acercarme a la pintura y encontrar en ella las cualidades que le otorguen artisticidad a la obra en sí, sino por el contrario, acercarme a la subjetividad de la vista miope, buscando en el interior las pautas que la percepción del exterior han dado para desarrollar mi personalidad, y por lo tanto la obra artística.