FOTÓGRAFA DE BAR ‘2006
El interés de Paz por capturar imágenes íntimas de personas y grupos en entornos particulares, la llevó a prestar sus servicios como fotógrafa amateur de un bar, en un ambiente de trabajo inseguro debido al acoso que recibió de parte de un jefe con “necesidad de afecto” (como lo delata el audio que Paz grabó a escondidas) y un espacio de revelado de fotografías no sólo precario, sino peligroso. El resultado son una serie de retratos grupales de clientes de un bar al sur de la ciudad frecuentado por “famosos” de la televisión y futbolistas. Las fotografías de Paz dan cuenta de la aspiración de una clase social y del prestigio que les suponía estar rodeados y fotografiarse junto a un pretendido star system mexicano.
En un mundo plagado de imágenes en alta resolución, editadas y mejoradas, las fotografías de la serie bar bar son no sólo resultado de sus condiciones de producción, sino también del interés de la artista por la estética de la fotografía de souvenir y la imagen empobrecida, de baja resolución, encuadres espontáneos y estilo amateur.
Luis Vargas Santiago/Andrea Villers
Ciudad de México
Plata gelatina, impresión digital
NIRVANA PAZ
CDMX 2006
DIARIO FOTÓGRAFA DE BAR
Agosto 2006
I. La idea de trabajar en todas las opciones de fotógrafa existentes, es una idea que desde hacia tiempo me viene rondando, seguramente habrá unas a las que difícilmente podré acceder o sinceramente atreverme. ¿Qué haría yo en medio de una guerra, entre trincheras cubriendo una matanza?, sin embargo, la intención sigue, y por eso escribo esto, ya que hace dos días me encontré un anuncio en el laboratorio de debajo de casa, solicitaban FOTOGRAFA DE BAR. Llame y me recibieron ese mismo día. Corrí, hasta el metro camarones, unas calles totalmente desconocidas y una casona de los 70 me recibió.
La casa, dos pisos cubiertos de mozaico veneciano azule y verde, me abre un joven de unos 25 años, le digo a quien vengo a ver y me dice que siga por el pasillo y suba al segundo piso, en la primera puerta podré encontrar al Sr. Carlos. Miro el oscuro pasillo apenas iluminado por la luz de la televisión que viene de lo que descubro es la sala, donde el joven regresa a instalarse en un sofá cubierto de muchas carpetas bordadas. Todo esta en penumbras. Subo las estrechas escaleras alfombradas y con plástico encima. En el primer piso hay muchas puertas, la primera como me indico el chico, esta abierta, me asomo y veo un mínimo cuarto en el que apenas cabe el enorme escritorio de metal, de esos de la secundaria y un montón de cajas que cubren casi totalmente la única ventana, otra vez todo muy oscuro. Él, esta sentado y me mira.
El Sr. Carlos, es un hombre de altura media, tal vez 1.70 cm y más o menos unos 75 kilos, tal vez de 45 años, con pelo ondulado, muy esponjado, muy adoc al look setetntero de la casa, camisa blanca, chaleco tejido beige, bigote cerrado, mirada libidinosa.
Lo de la mirada libidinosa puedo comprobarlo casi desde el inicio de nuestra conversación, incluso me da miedo estar en no se donde con este tipo, el pensamiento está pero lo dejo pasar.. Me cuestiona sobre mis conocimientos fotográficos, le cuento que tome un pequeño curso y que ahí revelamos e imprimimos un poco en blanco y negro, que tengo cámara propia y que necesito el trabajo. El me explica el negocio: El tiene la concesión en El Tenampa y en El Bar Bar para hacer las fotografías de mesa en mesa, ahí mismo tiene instalado el laboratorio para procesar las fotos y entregarlas en un máximo de 15 minutos, el me dará todo el material y una semana de capacitación en El Tenampa para luego dejarme sola en El Bar Bar, que es donde se ha quedado sin empleada. El costo al publico por foto es de $50 pesos y yo me quedaría por cada una con $12 pesos.
También me dice que El Bar Bar es un lugar muy exclusivo, donde además esta prohibido tomar fotos, ya que a el asisten muchos artistas de televisión y gente muy famosa, por lo que a la entrada les recogen las cámaras y solo yo podré hacer fotografías ahí dentro. Me dice que es una gran oportunidad para mi, pues ahí puedo conocer gente muy importante, y que eso debo valorarlo.
Me mira de arriba abajo y me dice que por teléfono mi voz le pareció muy sexy, que llego a imaginarse que seria una rubia ojiazul muy guapa, que lamenta que no sea así, pero que no estoy nada mal, pero que eso si, debo poner mucha atención en mi arreglo personal, camisa blanca, pantalones negros y saco negro, de preferencia que los pantalones sean entallados, pues a los clientes les gusta eso.
Yo con mi cara de circunstancia, no decía nada, a todo le sonreía, cuando por dentro quería carcajearme o salir corriendo, o las dos cosas, pero por otro lado entre mas decía tanta cosa mas deseos tenia de estar en ello, conocer los laboratorios, vivir mi capacitación, estar en El Bar Bar.
Hoy es mi primer día de capacitación, puedo vestir como quiera, iré al El Tenampa a las 10 de la noche.
II. Conocí a Silvia, la fotógrafa encargada El Tenampa, tiene ahí cerca de 7 años, trabaja de día y luego viene aquí, terminamos a las 2 de la mañana, por ella fue su marido, yo tuve que regresar a pie. Me hablo de muchas cosas, fue muy interesante toda su explicación del proceso, como tomar las fotos, que decirles a los clientes, como imprimir y revelar, como vender, como vestir, como sobrevivir a esto. Lamento no haber pensado en traer una grabadora.
El Sr. Carlos, fue para presentarme con ella y se marcho muy rápido, solo hicieron cuentas de las ventas semanales y nos dejó para mi capacitación.
¿Con cuánta neurosis revelo yo un rollo? Aquí, con completo desenfado meten los rollos a una olla de peltre en una parrilla eléctrica, el químico se ve que al menos tiene dos meses de uso, mete los rollos con guantes de plástico y los agita sin piedad dentro de ese caldo fotográfico para luego bañarlos en alcohol, para que se sequen más rápido, según me explico. Finalmente los pone sobre una mínima barra de madera forrada con franela vieja y sucia, y ahí los cubre de polvo con una secadora de pelo que pretende secarlos.
El espacio esta cerca de los baños de los empleados, detrás de la cocina, un pequeño pasillo, muy angosto, de unos 80 cm de ancho por 5 metros de largo, pintado de verde pistache, ahí, apretujado un ventilador que no sirve, una ampliadora, los topers con los químicos, la parrillita eléctrica, los fólderes donde se entregan las fotos y demás chunches que no se bien que son.
III. Vengo regresando de mi segundo día de capacitación, hoy me dejó revelar e imprimir fotos, esta muy divertido despojarse de las preocupaciones higiénicas y de cuidado en el proceso fotográfico. Chacualé entre los químicos, imprimí fotos sin mayor calibración de color, nada parece importar mas que la rapidez y economía de materiales.
Silvia me hizo una importante recomendación: Cuando lleve las fotos a los clientes para mostrárselas y lograr que les interese comprarlas, no se las muestre mucho tiempo, porque entonces se nota los colores “raros” que tienen las pieles. ¿Raros? pensé yo, pero si son todos verdes y con un charolazo de luz que además de sacarles todo el sudor que el tequila esta dejando en sus caras los aplana y parecen muñecos guiñol.
En fin, también me dijo que la primera foto la debo lanzar al suelo, hacia los pies, para probar el flash y que este perfecto en el momento de la toma. Me recomendó, y esto es aun mas relevante, que sonría mas, pues el que no sonríe no vende, y debo aprovechar que soy joven, es más, al regresar a nuestro laboratorio después de la primera ronda, me presto su rimel y labial.
IV. Ayer, fue el Sr. Carlos, para ver como iba la nueva pupila, Silvia muy orgullosa le dijo que aprendía muy rápido, que ya sabia hacerlo todo, y que tal vez no era necesario que fuera toda la semana, sin embargo, iré mañana también, pero el Sr. Carlos permitió me fuera más temprano y se ofreció a llevarme a casa a las 12 de la noche, su familia lo esperaba en una de las mesas, pero regresaría por mi a esa hora.
Me trajo a casa, todo el camino me contó que sucedió con la anterior chica, la que voy a remplazar, me dijo que era madre soltera y que aunque era muy guapa fallaba mucho, pues como este era un trabajo de noche al parecer luego faltaba por culpa de su niño, me pregunto muchas veces si yo tenia novio, si tenia hijos si pronto los quería tener. Le respondí a todo que no, con mi sonrisita de tonta, cada vez la uso mas.
V. Lo que sucedió anoche supera todo lo que me imagine que pasaría. Llegue al El Tenampa a las 10 como las otras noches, Silvia y yo hicimos un par de rondas, y pude por fin grabarla, pero a escondidas, pues no se si le pueda molestar o les cause mucha sospecha de que hago ahí con ellos, le tomé algunas fotos con mi cámara y me anime a revelarlos ahí, vaya si voy hacer fotógrafa de bar lo voy a ser con todo, pero me dio un dolor, me costo tanto trabajo, qué fuerte apego se tiene con un rollo, que dolor sentí al meterlo a ese químico, al secarlo y saber que los estaba jodiendo por completo, rayándolo y llenándolo de polvo.
Afortunadamente hice esto antes de que se apareciera el Sr. Carlos, pues sorpresivanete llego y me dijo que estaba lista, que había hablado al El Bar Bar y que ya podía iniciar al otro día ahí, pero quería presentarme, que los guaruras de la entrada supieran quien era y que el dueño me conociera para que todo fluyera.
Me dijo: ¡vamos chiquita!, casi me carcajeo de nuevo, ¿porqué este tarado que trae peine en la bolsa trasera para peinar unos chinos que lo que necesitan son unas tijeras, se atreve a decirme chiquita?, en fin, fuimos a su coche y agarramos camino al sur. Al subir al coche me di cuenta, de algo que era obvio, pero no había notado: estaba borracho. Olía a alcohol, hablaba acelerado, me hacia bromas tontas, trataba de ligarme!, no me lo podía creer, así que otra vez invoque mi risita de tonta y evadía todo, ya quería llegar.
El Bar Bar estaba llenísimo, larga cola ante la cadenita de rigor, dos tipos de 200 kilos flanqueaban la entrada y no dejaron entrar al Sr. Carlos, así que llamaron al gerente para saber que onda, vino y le explicó que ese día había un evento especial y que no esta permitida la entrada a nadie fuera de el eventito, pero que regresáramos mañana y veríamos. Quedamos para mañana, es decir hoy, a las 8 de la noche.
Así que vamos de vuelta al coche donde me dice que metamos mi mochila (con mi cámara y el mini disc dentro puff!) en su cajuela, ya dentro del coche me propone ir a tomar algo para romper el hielo.
En menos de lo que canta un gallo estábamos en un bar de reforma esquina insurgentes, me sorprende que nunca lo había visto. El valet parking se lleva el auto con mi cámara, y grabadora…y mi dinero, llaves de casa etc.
Respire profundo, pensando que estaba loca, ¿que carajos hacia ahí, con este tipo, sin forma de irme, ya casi la una de la mañana? Así que risita tonta por delante y una docilidad que no sabia que podía mantener por tanto tiempo.
En el bar, nos sentamos en un rincón, mientras pensaba que esta vez me veia como los de las otras mesas, ya no era el gusto de ir a estos lugares de ficheras y bailar, esta vez estaba sentada con mi nuevo jefe ligador.
Y sí, se volvió eso, pude escuchar la conversación que otras veces solo había imaginado cuando miraba estas parejas en estos bares, esta vez la estaba teniendo con este hombre que parecía sacado de una película de Rafael Inclan.
De la nada, me empezó a contar que la chica anterior, a la que reemplazo, fue un gran amor para él, era todo muy muy hermoso, decía él, y ella también estaba muy bien, se querían, había surgido muy espontáneamente y duro casi 4 años. Ella fue siempre muy paciente y cariñosa con él, pero se dio cuenta de que lo que le interesaba era su dinero, pues el tenia mucho dinero para dar, con decirte, me dice, que yo fijo le daba alrededor de $4000 pesos al mes para sus gastos y su hijo, y ese apoyo había sido con amor pero luego ella quería más, y eso le rompió el corazón, saber que lo buscaba por su dinero. Continuó contándome de ese bello romance que termino en decepción para él, y yo le pregunto, que el otro día tenia que irse porque estaba su familia esperándolo, y yo había entendido que era su esposa, y me dice que si, que estaba casado, pero que afortunadamente su esposa era muy inteligente, una abogada de no se que sindicato, y tenia con ella 4 hijos, y que bueno, ellos habían llegado a ese acuerdo, pues ella con él tiene lo que necesita: seguridad, pareja y a veces pues también cogemos, me dice, total! que es todo muy civilizado, que ella sabe que él con ella también tiene lo que necesita de ella, pero que hay cosas que ella no le puede dar, que simplemente no puede y comprende que eso lo tiene por otra parte.
Todo esto contado al oído, por la música, por el ruido del lugar, y yo con cara de paisaje, aunque cada vez pensaba mas las opciones que tenia para irme del lugar, finalmente la cámara podría reponerla y el mini disc aunque es prestado pues no valía que siguiera ahí, pero aguante, no se bien porque, supongo por curiosidad, morbo incluso.
Remató esa historia con preguntarme que me parecía, que opinaba yo de tan noble acuerdo con su esposa y lo que había sucedido con esa chica que trabajaba con el, y le respondí con voz temblorosa que pretendía controlar los gritos que quería pegarle a este machin estupido, le dije que me parecía muy bien, me encantaba pensar que la gente pudiera ponerse de acuerdo de tan buena manera, que era envidiable una relación que decía mi amor, tu me das esto pero necesito también esto otro, me sonrió de oreja a oreja, y continué diciéndole; así, si tu necesitas el cariño de otra mujer independientemente de tu mujer puedes tenerlo, y si tu mujer necesita cariño de otro hombre también puede tenerlo. Eso lo escandalizó muchisimo, no podía sorprenderme, lo había dicho para provocarlo.
La forma en que abrió los ojos y tartamudeo para contestarme era muy divertida, a él le costaba mas trabajo que a mi disimular el enojo que le causaban mis palabras, eso estaba clarísimo, me dijo que no lo creía, que su mujer tenia todo lo que necesitaba con él, que no necesitaría nada por ningún otro lado, lo interrumpí para pedirle perdón, pero que pensaba que era un acuerdo para las dos partes y respirando me dijo que si, pero que ella no lo hacia porque no lo necesitaba.
Durante todo ese tiempo me pedía cubas sin parar, y yo suplicaba al mesero que solo me trajera coca cola, total, estaba fichando; el punto culminante fue cuando me dijo que el respetaba mucho a sus trabajadoras, pero que ahora estábamos fuera del trabajo y que podía atreverse a decirme esto, sin faltarme el respeto claro, pero que como me había dicho yo tenia una voz muy hermosa por teléfono y que podía considerar un trabajo que ya después me hablaría de el ¿?, y que al conocerme no era tan guapa como el creía, pero que sin embargo se había dado cuenta de que tenia muy buen culo. Esto dicho con todas sus letras, sin miramientos, así, tal cual me lo dijo, me tomo del cuello y trato de besarme, yo sinceramente entre en pánico, me quite, me agache, y así me quede largos minutos, tal vez segundos, pero tenia una revoltura de sentimientos, quería golpearlo, quería seguir escuchándolo, quería irme a mi casa, quería golpearlo, eso lo que mas quería, la verdad.
Levanté la cabeza y puse una vez mas mi sonrisa mas boba, y le dije que no, que no me besara y que me preocupaba que confundiera todo eso, pues yo era su empleada y que en todo caso yo quería que esto fuera algo bonito, pero necesitaba tiempo (¿de qué telenovela me saque esos diálogos?). Es largo de contar todo lo que me dijo, los caminos mas sorprendentes de argumentación de cómo haría el para que esto fuera “bonito”, y que respetaba que yo trabajara con el, etc. etc. Esquivándolo paso al menos 30 minutos mas hasta que lo convencí de irnos.
Apenas nos entregaron el coche pedí sacar de la cajuela mi mochila, mientras él pagaba y subía al auto saque lo más rápido que pude la grabadora y logre prenderla, pero no me dio mucho tiempo de organizarme, ocular el micrófono, hacer lago. Cuando subió al coche yo tenia le micrófono en la mano, así que la recargué en el asiento de él, logrando que el micrófono quedará casi rozando su oreja, y camino a mi casa, insistí mucho en el tema, quería me dijera todo de nuevo, ahora podía grabarlo. Lamentablemente nunca quedará como lo que oí dentro del bar, sin embargo tengo buen material grabado, no se cómo o sí usaré ese material, pero ahora que lo estaba escuchando me regresa un montón de indignación al cuerpo.
Necesito dormir un poco mas antes de ir hoy al Bar Bar.
VI. Fue la primera noche en el El Sur, curioso lugar, todo cubierto de falsa, falsísima piedra, como si fueran las cuevas de las mujeres vampiro contra el santo, como puede ser ese el lugar selecto de las estrellas de televisión, o mas bien eso lo explica muy bien. El laboratorio de aquí es peor que el del Tenampa, si ahí esta sorprendida aquí es avasallador. Es un lugar al cual hay que entrar de rodillas, pues esta debajo de las escaleras, entre circuitos de luz, y medidores de agua, una alfombra sucia en el piso y metro y medio cuadrado para moverte, revelar e imprimir. Lo que hay de equipo es básicamente lo mismo, una destartalada ampliadora que tiene los filtros de color casi transparentes, un banco sucio y viejo, una parrilla eléctrica, un termómetro, unos guantes de plástico. Aquí si hay carrete para revelar los rollos, que nunca se ha lavado por lo que tiene un color café oscuro y un montón de fólderes para entregar las fotos.
Me presento con la gente, aun había luz prendida en el lugar y se veia tan triste.
Hice mi primeras fotos como hasta las 11 de la noche que el lugar ya estaba lleno, caminaba entre ellos, apretujada, escuchando conversaciones entrecortadas y carcajadas ahogadas por una música horrible a todo volumen.
No vendí ninguna de las fotos que hice, a las 2 de la mañana moría de sueño, y me metí a mi hoyo a dormir un ratito, rogando por que acabara mi turno.
VII. Hoy vendí dos fotos, tengo sueño, quiero dormir, fue mas divertido que ayer, estaban algunas estrellitas de la tele y del fútbol mexicano, había mucho alboroto, iban y me tocaban a mi hoyo a cada rato, querían fotos con ellos, pero al final solo vendí dos, acabé con tremendo dolor de cabeza, tal vez era el olor de los químicos en ese hoyo, porque ahora me ha bajado un poco. Voy a la cama.
VIII. Por mas que me interesa llegar al final de esto, creo que no voy aguantar mucho mas. Me desperté temprano para ir a dar clase, estoy agotada, vendí solo una foto ayer, pero me traje varios negativos que había tirados por el suelo y el carrete marrano lo repuse con uno nuevo que tenia en casa, me sentía toda nerviosa con mi botín de negativos viejos, rayados, pisados y un carrete viejo. No se para que los usaré, pero siento que son la mariposa de Bradbury, la muestra de que estuve ahí, y espero sobrevivir.
Que poco hígado tengo, eso era algo no contemplado en el plan, pude aguantar el discurso de Carlos el otro día, pero estos días con esta gente pidiéndome que les tome fotos, el ambiente, las miradas y el trato que tienen conmigo, es insufrible.
Renunciaré pasado mañana que veo a Carlos para entregarle las cuentas.
IX. Habíamos quedado de que ayer sábado nos veríamos en El Tenampa antes de irme al Bar Bar, pero no pudo, así que fui por ultima ves al Bar Bar, vendí 9 fotos, parecía mi despedida, estaba muy lleno. Reconocí muchas caras, sonrisas y silicones que había visto en televisión, pero no se los nombres, tengo las fotos, que no se cuanto duren, porque con esos revelados no sobreviven ni las cucarachas, que pensé encontraría tarde que temprano en ese hoyo. En fin, fui hace rato al Tenampa, decidida a renunciar, cuando llegue ya estaba el Sr. Carlos, le entregue la cajita de las cuentas, los rollos y fólderes sobrantes, y al ver que había habido tan poca venta me reclamo, me dijo que no había trabajado bien, que no podía ser tan poquitas ventas, y que por esta vez me lo perdonaba pero que no me daría mi parte pues él tenía que cubrir un mínimo de sus gastos.
Yo que iba con toda la intención de seguir haciéndome la tonta y renunciar porque mi mamá o mi abuelita no me dejaban estar de noche en un lugar asi, me hizo enojar tanto con eso, que le grite: lo que necesitas es que me acueste contigo para que me pagues!, se sonrojo, se puso a tartamudear de nuevo y le dije, que se quedara con su pinche trabajo, que era une explotador, que además un vulgar ligador, puff ya ni se que tanto le dije, y me fui, no sin antes decirle que también renunciaba porque me iba a vivir a Aguascalientes, no sé, se me ocurrió de último momento que él sabia donde vivía y no quería tener ningún contacto con el en un futuro. Silvia al final del pequeño laboratorio fingía que acomodaba cosas, se le veía nerviosa, Al salir encontramos miradas, creo que la suya fue de aprobación o eso quiero pensar.
No se, tal vez me agoté de todo demasiado rápido, tal vez fue demasiado para mi. Listo, lo probé. Pensé.