El título hace una referencia obvia al festejo de los XV años, donde se supone inicia el camino a ser mujer, donde se inicia el cumplimiento de las susodichas expectativas de género, los 30 años en cambio se suponen como el momento de afianzamiento de este camino, a esta edad llegarás casada, con familia, con un éxito profesional, pero eso sí,  sin haber perdido condición física a ningún nivel.

El día que el siempre amable señor que surte el gas, me pregunta con ese conocido tono de preocupación, ¨y usted señorita, pa cuando..¨ pensé en jugar con dicha situación, subordinar mi imagen, -que al final es aquello que la mayoría ve y sobre la cual opina sin indagar mas allá-, al cliché de genero, asumir las ficciones y fantasías de los otros, tomar el lugar de esos dictados y vivir lúdicamente las expectativas que estos generan sobre lo entendido en las reglas estandarizadas del comportamiento femenino.

Así, suponer que la feminidad es menos un efecto de la lengua o ideología, y más un resultado real, y por lo tanto visible, sobre el cuerpo y sus dinámicas, se convirtió en un juego, donde al final fueron incluidos esos mismos que preocupados opinaban sobre mi futuro, un futuro que para ellos ya me había alcanzado y hasta rebasado.

Nirvana Paz 2006