En esta pieza, Paz aborda tempranamente el tema del acoso sexual a mujeres en el espacio público. Empleando su cuerpo como sitio de inscripción de esta forma específica de violencia de género, la artista muestra la experiencia que viven a diario millones de mujeres, especialmente en contextos latinoamericanos donde las formas de control social, violencia estatal y paraestatal se expresan de manera extrema en la vulnerabilidad de la vida de las mujeres.

Piérdeme el respeto de la cantante Paquita la del Barrio acompaña el transitar de Paz por calles del centro histórico. Una cámara espía la sigue, recogiendo las reacciones de hombres de distintas edades. Ellos giran la cabeza para seguir a la víctima con la mirada, balbucean, gesticulan con aprobación, chiflan, se ven con complicidad. Con sus miradas lascivas, creen que afirman su masculinidad. Esta estrategia pionera de Paz será utilizada más tarde por otras mujeres y colectivos en intentos por visibilizar el acoso en las calles. Viralizados en internet, estos videos han generado olas de comentarios diversos, algunos incluso violentos y amenazantes contra sus autoras. Los piropos masculinos no son inocentes, contribuyen a generar espacios inseguros para la mujer y forman parte de una serie de acciones y formas de violencia naturalizadas que buscan demostrar el poder que el varón cree tener sobre el cuerpo femenino.

Luis Vargas Santiago/Andrea Villers

Video monocanal 4´

Ciudad de México